GRANADA 4-1 BETIS
El conjunto
'nazarí' cuajó un partido excelso, eso sí, facilitado por los errores
defensivos del Betis, que estuvo dormido por momentos en el Nuevo Los Cármenes
en el derbi andaluz
. Y eso que la primera impresión
del encuentro denotaba que el partido podría tener más pinta de empate sin
goles que otra cosa. Sin embargo, a partir del minuto 15, entraron en escena
errores del Betis.
El Granada empezó a apretar sobre el césped y el conjunto
verdiblanco se dejó llevar y no supo responder. En el 18', Wakaso robó la
pelota y asistió a Carcela para que el marroquí superase a Adán con
un remate picado.
El jugador belga nacionalizado portugués fue el mejor
hombre de su equipo en el terreno de juego. En el minuto 28, nuevo error
defensivo del Betis. Pérdida absurda de Mandi y Héctor centró al segundo palo
donde apareció Adrián Ramos para anotar su primer tanto como jugador del
Granada con la testa.
Pocos minutos después, el Betis se pegó otro disparo en
el pie. Adán despejó con su pierna izquierda el disparo inicial de Carcela,
pero dejó un rechace que Pereira aprovechó para marcar a placer. Así se llegó
al final de una primera parte, en la que el Betis sucumbió.
El conjunto entrenado por Alcaraz disfrutó de su juguete
durante los primeros 45 minutos y en la segunda mitad se dejó llevar. El Betis
se acercaba más, pero sin peligro alguno.
Adrián Ramos firmó su doblete
El delantero 'cafetero' quiso seguir participando en la
fiesta de su equipo. En el minuto 64, contra del Granada y asistencia de Pereira
para que el colombiano marcara tras un rechace inicial de Adán. Posteriormente,
en el 66', Nahuel y Andreas Pereira enfilaron el túnel de vestuarios tras
encararse. El colegiado no dudó en expulsar a ambos.
En el minuto 75, Petros se encargó de maquillar el
resultado para el Betis con el 4-1. Saque de esquina botado por Durmisi y
el brasileño se adelantó a su oponente. El partido poco dio para más, salvo
para que el colegiado anulara un tanto a Rubén Castro.
Con el 4-1 definitivo, el Granada se aferra a Primera y
se sitúa en la penúltima posición con 16 puntos, a dos de la salvación. Por su
parte, el Betis se queda en la decimotercera con 24 puntos.
SPORTING 1-4 ATLÉTICO
El Molinón iba camino de convertirse nuevamente en un
suplicio para este Atlético hasta que apareció Gameiro. El delantero francés
ofreció una exhibición a modo de reivindicación con
un 'hat-trick' en apenas cinco
minutos y rescató a los de Simeone de un flojo encuentro. Se
reabre el debate del '9', Gameiro ha despertado. Que se lo digan al Sporting.
Permiso a los 'Torristas', toca reclamar un hueco en el
once para el delantero francés. Por sensaciones, con los datos en la mano. Él
solo resolvió el marrón de El Molinón. Tres goles, nueve en lo que va de Liga,
los mismos que Griezmann, el que más suma en lo que va de campeonato
rojiblanco. Y eso en, supuestamente, una temporada irregular, repleta de luces
y sombras, con altibajos, con un buen puñado de partidos saliendo desde el
banquillo. Porque Gameiro es gol, porque él sí puede ser el '9' que necesita
este Atlético.
El estado de forma de Torres le había metido, con
justicia, en el once de Simeone. Ahora deberá salir de él, si es que los picos
de forma mandan. Fue un fuerte soplo de aire fresco para un Atlético aturdido
en su visita a Asturias. Deambularon los del Cholo durante 60 minutos por el
terreno de juego. Coquetearon con la derrota, repitieron las sensaciones de
Mendizorroza pero esta vez reaccionaron a tiempo, con la aparición de Gameiro,
por supuesto.
La mejor cara del Sporting
Se hizo el equipo de Rubi con el balón y contó con el
beneplácito del Atlético. La posesión fue, pese a todo, un tránsito difícil y
sin un claro destino para el Sporting. Faltó calidad y por ende claridad en los
últimos metros. Los centímetros de Traoré era un incordio un tanto irreal para
la pareja Lucas-Savic. El delantero de figura sin fin amenaza pero no golpea,
lucha pero no define. Y en esa tensa tranquilidad decidió vivir el Atlético.
Orden y transición rápida para sorprender al Sporting.
Casi le funcionó, pero ni Griezmann ni Correa acertaron con dos buenos disparos
de media distancia. El aviso asturiano llegó en los pies de su delantero, pero
el palo frenó un remate claro de Traoré dentro del área.
Ese pacto de no agresión se rompió tras el descanso. Lo
hizo Carrasco tras
un error en el despeje de Cuéllar en
la primera jugada tras el saque de centro. Fue lo único del belga en El
Molinón. El golpe fue rápido, injusto y duro, pero encontró respuesta. Burgui,
la mejor solución ofensiva de los de Rubi, puso un balón templado al área tres
minutos más tarde. Allí apareció Sergio Álvarez, libre de marca, para recuperar
a un ambicioso Sporting.
La solución estaba en el banquillo
El partido se le escapaba al Atlético pero estuvo vivo
Simeone, que ganó más de medio partido con los cambios. Saúl y Gameiro relevaron
a un desafortunado Torres y a Correa y el Atlético se hizo con el control. Poco
después entró Thomas y el cambio de rumbo quedó confirmado. Griezmann marcó en
posición legal y Amorebieta derribó a Gameiro siendo el último hombre pero
González González erró en ambas jugadas. Quedaría en anécdota, el Atlético se
había lanzado a por la victoria.
Apareció la conexión de los 'Hombres G'.
Griezmann encontró a Gameiro y
asunto zanjado. Los dos se entienden a la perfección. Es evidente. Es decisivo.
El bueno de Kevin regateó a Cuéllar y comenzó su recital. Era el minuto 80.
Cinco minutos letales
Casi en la siguiente jugada, un minuto más tarde, Gameiro
firmó la sentencia. Meré ejecutó un pase horizontal prohibitivo y Thomas entró
en escena, escoba en mano, para barrer el balón dividido y ceder al punta
francés. Otra vez ante Cuéllar, en esta ocasión superado con un duro disparo
cruzado.
La misma definición por la que optaría en el 85', para
completar el 'hat-trick'. El francés encontró espacios y arrancó para plantarse
de nuevo en la portería asturiana. Y se acabó. Tan rápido como eficaz. Lo
suficiente para que el Atlético le haga un hueco en su once. Simeone tomó nota.
El delantero que fichó el pasado verano para ser la referencia ofensiva ya está
aquí. Por desgracia para el Sporting.
REAL MADRID 2-0
ESPAÑOL
Marcó Morata, volvió y marcó Bale y el Madrid presumió de
fondo de armario en un partido que siempre tuvo en la palma de la mano.
Zidane cuida a la plantilla como un jarrón de porcelana ante la que se
avecina. Cristiano se quedó en blanco, pero su cooperación y su velocidad
van a más. Y el Espanyol asistió sin rechistar
Aparcada la Champions, el Madrid aplicó sus descuentos
habituales, en intensidad y en titulares. Así, con un ojo en el Espanyol y
otro en su capacidad de carga para echarse a los lomos nueve partidos en 30
días, el equipo de Zidane despachó al de Quique sin prisas, paladeando su
dominio, sumando futbolistas a la causa, promocionando a quienes habitualmente
viajan en el pelotón.
Empezando por Morata, cuyo empeño por triunfar ha
merecido mejor trato. De un cabezazo desatado, en envío preciso de Isco,
desmanteló al Espanyol. Sacó mejor nota en insistencia que en pericia.
También Isco ha recuperado el tacto y la jerarquía. Lucas Vázquez volvió a
estar irreprochable, esta vez sacándole brillo a esa condición de extremo
clásico, al que la vida siempre le lleva hasta la línea de fondo. También se
gustó Cristiano en su nuevo papel de productor. Para la videoteca dejó una
elástica con caño a la que le faltó el final feliz y una asistencia
inconclusa a Morata. Le quitaron un penalti clamoroso en el descuento. No está
en máximos para cada domingo juega mejor que el anterior. Nacho, relevo de
Marcelo, sigue sin bajar del notable, aunque se fue tocado.
Partido de un
solo color
Sin que sonaran fanfarrias, el Madrid le dio un
recorrido clásico al partido. Esta vez sin tocar el chasis, con el 4-3-3 de reglamento, fue
socavando la resistencia del Espanyol, primero desde el dominio y luego desde
el peligro. Sin Casemiro y con Kroos como canciller, durante la primera
media hora se consoló con encadenar córners, que sirven de consuelo pero revelan
que no cuaja el último pase. El Espanyol sólo quiso ser escudo. Reyes, Jurado,
Piatti y Gerard salieron para otra cosa, pero acabaron como
escoltas. Casilla fue pantalla simbólica salvo en un tiro de Hernán Pérez.
Luego el Madrid adelantó la frontera de su presión,
apretó por las bandas (esta vez con poco auxilio de los laterales) y se
puso en ventaja sin perder nunca los planos del encuentro.
La segunda mitad fue también monocromática. Con el
Espanyol manteniendo la boca cerrada, sometido y sin pretensiones de cambiar su
suerte. Con todo, y como el Madrid no acertaba con la puntilla, Zidane
reclamó a Casemiro como cortavientos. Sólo Lucas quiso alborotar. También
regresó Bale, en papel de extremo izquierdo, donde empezó todo. Arrancando
desde esa circunscripción metió un gol a los 13 minutos de entrar, presumiendo
de velocidad. Una forma magnífica de coger sensaciones. Y el Madrid
recogió dividendos sin invertir demasiado, ensanchando su plantilla cuando se
aprieta el calendario.
DEPORTIVO 0-1
ALAVÉS
El colegiado aragonés Jaime Latre determinó como penalti
un ligerísimo toque de Albentosa a Manu García. Tuvo que ser una acción muy,
muy dudosa la que decidiera una bonita tarde de fútbol en Riazor.
El Deportivo tuvo más ocasiones, estrelló la
pelota en el larguero, le sacaron balones bajo palos y generó ocasiones
suficientes para ganar. Se topó con su ineficacia y con el error de Latre.
Quizá el propio Latre se diera cuenta del mismo cuando
pocos segundos después no pitó penalti sobre Theo en lo que fue un claro
empujón en el área. Tras el 0-1, el Alavés supo gestionar su renta y el
Deportivo quedó en 'shock', aunque no dejó de intentarlo.
Hasta entonces, ambos equipos se quitaron complejos y
jugaron a tumba abierta. El Deportivo gozó de más ocasiones, pero el Alavés supo
salir a la contra con peligro. Riazor asistió a un bonito espectáculo con
desenlace fatal para los intereses gallegos y feliz para los vitorianos.
Sidnei de cabeza, Kakuta al palo... El Deportivo, en la
primera mitad, merodeó de forma más clara el gol. El Alavés dio réplica
por medio de Deyverson. Su disparo, tras quedarse solo, se fue a las nubes.
Sidnei pudo hacer el 1-0 y otra vez su cabezazo se marchó lejos.
Excesivo castigo
para unos, mucho premio para otros
El guión no cambió en la segunda mitad hasta que Manu
García se comió y se guisó un penalti que dejó con caras de tonto en el
bando gallego. Garitano, señalado durante toda la semana, no se lo podía creer.
El Deportivo montó un campamento en el campo del Alavés y
los de Pellegrino disfrutaron de latifundios para matar a la contra. Tuvo la
sentencia en sus manos, pero se estrellaron contra Lux y el larguero.
El conjunto coruñés, a la desesperada, no cejó en su
empeño e incluso Feddal sacó una bajo palos. No hubo premio para un Deportivo
que no termina de despegarse de los puestos de descenso. Tiene 19 puntos. El
Alavés, con 30, da otro paso hacia la salvación.
SEVILLA 2-0 EIBAR
Este Sevilla ya ha aprendido a ganar como los grandes.
Superó al Eibar en el Sánchez Pizjuán con dos chispazos que bastaron para
amarrar tres puntos que dejan al equipo en segunda posición y a la estela del
Real Madrid.
No lo puso fácil el Eibar, que llegó a Sevilla sin
urgencias y con ganas de dar guerra. Presionó arriba y obligó a Sampaoli a
inventarse soluciones para sacar adelante el partido. El argentino, siempre a
favor de sacar la pelota desde atrás y ser protagonista en los partidos, aceptó
el envite y se la jugó a la contra.
El resultado deja claro cómo le salió la jugada. Un balón
largo para Ben Yedder acabó en el 1-0 de Sarabia. Jovetic recogió el pase de su
compañero en el ataque y le mandó un caramelo al ex del Getafe, que la puso en
la red con la sutilidad del que atesora un guante en la zurda.
Hasta el 1-0, el camino fue tortuoso y Sergio Rico tuvo
que apaciguar varios conatos de incendio en su área. Todo eso con un Pizjuán
nuevamente dividido con sus 'Biris', en otro episodio para olvidar en la grada
sevillista a pocos días de recibir unos octavos de Champions.
El campo era otra historia, el Sevilla no podía evitar
pensar en esa cita. Nasri sólo aportaba chispazos, con el extra de que una
amarilla también podía dejarle sin derbi. Demasiados componentes para el
contexto de un partido que no se remató hasta el final.
El Eibar asustaba de vez en cuando y el 1-0 era un
resultado tan abierto como para que Kranevitter saltara al campo en detrimento
del media punta francés. Calmó las aguas el argentino y, junto a Vitolo, dio
algo de alas al equipo de Sampaoli.
Aun así, sólo en el descuento llegó la tranquilidad. Robo
de N'Zonzi, cabalgada de Jovetic, que destiló clase para esperar a Vitolo
regalarle el 2-0 al canario. Tres puntos a la buchaca, con la mente en la
Champions y siguiendo a un Madrid que tampoco falla. El Sevilla sigue
adecuándose al traje de equipo grande, esta vez, a costa de un Eibar que se
marchó sin nada, pero con la cabeza bien alta.
REAL SOCIEDAD 0-1
VILLARREAL
El Villarreal se llevó los tres puntos ante la Real
Sociedad en un partido que tuvo más ocasiones que juego. En cualquier caso, el
poco fútbol que se vio sobre el tapete de Anoeta, lo pusieron los de
Eusebio.
Los pupilos de Escribá jugaron un partido muy defensivo,
con muchos hombres por detrás del balón, sobre todo en la primera parte. En la
segunda buscaron la velocidad de Sansone y Samu Castillejo en los últimos
minutos y lograron su premio.
Monólogo realista
Los primeros 45 minutos fueron un dominio total y
absoluto de los locales. Raúl Navas estuvo cerca de adelantar a la Real
Sociedad a los dos minutos de juego, pero su remate de cabeza se fue desviado.
No lo sabían los donostiarras, pero esa iba a ser la tónica del partido.
A pesar del partidazo que hicieron Yuri y Odriozola, que
entraron constantemente por banda, sus centros nunca encontraron al rematador
que suele aprovecharlos. Y es que los de Eusebio notaron mucho la baja de
Willian José, su máximo artillero en lo que va de temporada.
Samu Castillejo
revienta el partido
El Villarreal, que no había aparecido por la portería de
Rulli en la primera mitad, decidió meterle una marcha más al partido. Sansone y
Castillejo, que salieron en el último tramo del partido, saltaron al
terreno de juego con el cometido de aprovechar cualquier desajuste defensivo en
la zaga local.
Y así fue. Cuando el partido apuntaba al 0-0, un centro
de Jaume Costa desde banda izquierda fue rematado por Samu en el corazón del
área, fusilando a Rulli y dando tres puntos balsámicos a los de Escribá, que se
reponen de la mejor forma posible tras la dura derrota en la Europa League ante
la Roma.
La Champions se aleja para la Real Sociedad, que ve como el
Atlético ya le saca cuatro puntos y los de Eusebio tienen que visitar el
Vicente Calderón. El Villarreal estrecha distancias con los donostiarras, de
los que se colocan a dos puntos. Están a seis puntos de los 'colchoneros' y, al
igual que sus rivales de la presente jornada, tienen que viajar a la ribera del
Manzanares.
VALENCIA 2-0
ATHLETIC
Sorprendió el 'Txingurri' Valverde al alinear un once sin
una referencia pura en ataque. Confió por completo en Raúl García como media punta
y en un Muniain que parece que evoluciona de partido a partido. Fue el mejor el
'diablillo de la Txantrea' en el Athletic durante los 90 minutos.
El comienzo estuvo trabado. Mucha presión en el centro
por parte de los dos equipos y una relativa prisa por sacar el balón jugado del
Valencia que le acabó siendo de bastante utilidad. Los de Voro trataron de
aprovechar las contras desde primera hora y tuvieron su premio bastante
temprano.
Concretamente, en el minuto 13. Nani, después de que
Diego Alves salvara al Valencia con un paradón en un mano a mano ante Lekue,
inauguró el marcador al aprovcechar una triangulación diabólica entre Enzo
Pérez y Orellana. El portugués remató de primeras una jugada de tres toques y
el balón acabó en la portería de Gorka.
Tras el tanto, el Athletic pareció venirse arriba pero su
ímpetu fue viniéndose a menos cada vez que el cronómetro aumentaba de peso.
Echaba de menos el equipo de Valverde a una referencia en punta y sólo
destacaban las incursiones en el área de Iker Muniaín.
El primer golpe
de Zaza.
Tras la igualdad llegaron los dos varapalos que dejaron
al Athletic en la cuneta. El primero fue el gol de Zaza quien demostró sus
dotes de 'killer' al aprovechar un gran pase al hueco de Munir. Un 2-0 justo
antes del paso por vestuarios que terminó matando a los de Valverde.
No obstante, el 'Txingurri' tenía aún esperanzas y dio
entrada a Aduriz y Iñaki Williams en el minuto 50, pero la suerte acabó por
darle la espalda cuando su delantero estrella sufrió un pinchazo en el muslo y
tuvo que abandonar el campo, dejando al Athletic con 10 por haber agotado los
cambios, pues Laporte fue sustituido en el primer tiempo por una contusión.
Ya con 10 y con una diferencia de dos goles, el Athletic
se contuvo a la hora de atacar mientras que el Valencia trató de matar el
partido con un Nani que se echó el equipo a la espalda. Iñaki tuvo una ocasión
para apretar el marcador a quince minutos del final pero la marró
inexplicablemente para dejar los tres puntos en Mestalla.
CELTA 3-0 OSASUNA
Este Osasuna huele a hospital. El equipo navarro puso
intensidad en Balaídos, pero en este fútbol de hoy, y lejos de casa, no suele
bastar para puntuar. Y no bastó. Ni siquiera con un Celta que pensaba
claramente en la Europa League y puso un once más que alternativo.
Fue madurando el partido el Celta, jugueteando con la
necesidad y la ansiedad de un Osasuna que pese a incomodar al rival, no fue
capaz de aprovechar las pocas ocasiones de las que dispuso.
Tampoco permitió mucho, pero la diferencia de dinamita era
evidente. Rossi inventó al borde del área y Pione Sisto fusiló a Sirigu para
poner el 1-0 en el marcador. El gol dejó muy tocado a Osasuna, que tuvo suerte
de marcharse con mínima diferencia al descanso.
Les sentó bien el parón porque salieron de vestuarios
lanzados y con ganas de empatar, pero Sergio León no tuvo su día. El mosqueo
tras el cambio evidenció sus sensaciones durante el partido. A este Osasuna no
le sale nada.
Berizzo no quiso problemas y tiró de los seguros que se
había dejado en el banquillo. Jozabed anotó el segundo, su primero como jugador
del Celta, tras un buen cabezazo, y Aspas se inventó una nueva vaselina para
sentenciar a un equipo hundido y que se ve virtualmente en Segunda.
BARCELONA 2–1
LEGANÉS
El Leganés rozó una auténtica proeza en el Camp Nou. En
la peor semana del Barcelona en años, el equipo 'pepinero' estuvo a punto de
sacar un empate para acabar con su mala racha y de dejar con él al
Barcelona sin prácticamente opciones de título.
No lo hizo por un penalti milagroso transformado por
Messi en los últimos compases del choque, pero tampoco lo consiguió por la gran
actuación de un Ter Stegen que salvó cuatro tantos antes de fallar en el tanto
blanquiazul.
Lejos de coger moral para la imposible remontada ante el
PSG, los azulgranas aumentaron su depresión con un choque en el que el centro
del campo volvió a no existir y en el que la 'msn' mostró una indolencia
brutal.
Y eso que el tanto de Messi a los 3 minutos de juego
parecía avisar de una goleada redentora. El Barcelona, arropado por su público,
comenzaba con ganas. Neymar encontraba a Luis Suárez y el uruguayo le regalaba
el 1-0 a Messi.
Alegría y reconciliación con la grada, pero las buenas
caras no iban a durar mucho. El 'Lega' se creció y fue mejor en los primeros 45
minutos, mereciendo el empate en acciones de un El Zhar que soñará con Ter
Stegen por sus paradas en el partido.
Hasta en tres ocasiones se empleó el alemán en la primera
mitad, cuando el público todavía no la había tomado con los suyos y los pitos a
Luis Enrique, animado por la grada de animación, eran escasos.
Messi y gracias.
Pero la reanudación terminó por desquiciar a los
presentes en el Camp Nou. El Leganés se siguió creciendo ante un Barcelona que
sólo avisó por mediación de Rafinha y Neymar en dos acciones muy aisladas.
Los nervios y el miedo local se podían cortar con
cuchillo y el Leganés supo verlo. Lo pagaron los sospechosos habituales: André
Gomes, que fue fuertemente pitado al ser sustituido, y Sergi Roberto, que falló
en el tanto y regaló un balón a Machís para que asistiera a Unai López. El
fallo de Ter Stegen hizo el resto.
Ni tan siquiera buscó la heroica un equipo muerto
físicamente y sin alma. Tuvo que ser una acción de Neymar, derribado por
Mantovani en el área, la que permitiera al Barça salvar los muebles. Transformó
el penalti Messi, no lo celebró y salvó los tres puntos. De oro no, de platino.
El argentino permitió al equipo azulgrana seguir
enganchado de manera dramática a la lucha por el título, pero, en el Calderón,
a los 'culés' no les servirá con un partido como este. El Leganés, héroe sin
premio, seguirá buscando una salvación que esta jornada se le ha complicado
sobremanera.
MÁLAGA 2–1 LAS
PALMAS
Buen partido del Málaga. El conjunto blanquiazul pudo
celebrar una victoria después de nueve jornadas sin conocer el triunfo.
El Málaga necesitaba la victoria como agua de mayo y
salió a por el partido desde el minuto 1. Las ocasiones eran todas del conjunto
local.
Sin embargo, fue Las Palmas quien inauguró el marcador.
Apenas habían tocado balón, pero Lemos aprovechó una falta para anotar un
golazo de libre directo.
Le tocaba remontar al Málaga y lo hizo apenas ocho
minutos después. Camacho caía en el área del Málaga, pero el árbitro no pitó
nada. La jugada continuó, Pablo Fornals se hizo con el esférico y sorprendió
con un derechazo imparable para Javi Varas.
Por encima en el marcador, el Málaga siguió su asedio y
el gol no tardó en llegar. Rosales le puso el balón a Keko, que vio a Charles y
no dudó en ponérsela en bandeja. Charles la empujó y marcó el segundo.
A partir de ahí, pudo pasar de todo. Las Palmas trató de
buscar los huecos y Boateng tuvo un par de ocasiones, aunque no logró anotar.
El Málaga fue quien más oportunidades tuvo. Un paradón de
Javi Varas a Fornals y un disparo al palo de Demichelis pudieron aumentar el
marcador, pero el destino no lo quiso así.
Tres puntos para el conjunto blanquiazul y, sobre todo,
buenas sensaciones del Málaga del 'Gato' Romero. Este equipo sí que
convence.